En este año único, hemos visto a Dios moverse de maneras creativa. Las iglesias están cerradas y cualquier tipo de compañerismo en California está prohibida.
Sin embargo, Dios no se ajusta a lo que el mundo está diciendo o haciendo, y en cambio, está permitiendo tal tiempo para revelarse a Sí mismo en una manera más grandiosa.
“¿Y qué, si Dios, queriendo mostrar su ira y hacer notorio su poder, soportó con mucha paciencia los vasos de ira preparados para destrucción, y para hacer notorias las riquezas de su gloria, las mostró para con los vasos de misericordia que él preparó de antemano para gloria,”
– Romanos 9:22-23
En el estado de debilidad que esta pandemia ha causado al mundo y a la iglesia, Dios y su Espíritu pueden volverse mucho más evidentes para aquellos que no han obtenido una revelación de Jesús. Porque “el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil”, – Mateo 26:41. Dios permitirá plagas, tentaciones y pandemias, físicas o psicológicas, para revelarse a aquellos que se han descarriado o que carecen de la naturaleza de Dios en su corazón y mente. Los que viven en la carne son esclavos del mundo y de todo lo que ocurre en él, sin darse cuenta. El propósito de las dificultades y tribulaciones es volverse hacia Dios y permitirle a la persona vencer a través de Su sabiduría y entendimiento. A través de la tribulación, el carácter se construye a la imagen de Dios cuando entendemos el plan y el propósito de Dios (Romanos 5: 3-5). La tribulación y las tinieblas son una herramienta para la gloria de Dios.
La tribulación y las tinieblas son una herramienta para la gloria de Dios.
En tiempos y lugares de oscuridad, hace que la luz sea mucho más brillante cuando aparece. En esta temporada, Dios está usando a aquellos que están siendo usados como vasos de misericordia para dar a conocer Su poder a aquellos que son vasos de ira, aquellos que han seguido un camino destructivo, para que puedan ver la luz. Cuando escalan las tinieblas, se hace más evidente discernir la luz.
Dios usa todo, bueno o malo, para revelarse a los que están sin Él.
Dios usa todo, bueno o malo, para revelarse a los que están sin Él. Dios afligió a Egipto con plagas hasta que el Faraón dejó libres a los israelitas (Éxodo 12:32). A través de las plagas, el poder de Dios se dio a conocer y mostró quiénes eran el pueblo de Dios y quiénes no a través de la obediencia y la desobediencia. Plaga o una pestilencia en Hebreo, Debar, es “una disposición o colocación de algo que crea orden”. [1] Dios no permite plagas para la destrucción sino para la reconstrucción. El poder de Dios fue revelado en Egipto a través de Su siervo Moisés, quien fue la persona usada para traer la libertad de la servidumbre y la esclavitud.
Durante esta temporada de pandemia, nosotros, como evangelistas, somos una luz donde las tinieblas se elevan, haciendo que la luz sea mucho más evidente. Mientras muchos sienten que Dios está lejos, Él está en medio de todo. En un momento de temor y tergiversación por parte de los medios de comunicación y el público, Cristo en nosotros. Su carácter y naturaleza son el faro de Dios en este mundo para traer una mayor manifestación de Su luz y reordenar a través de Su Palabra. Como evangelistas, es una temporada para que el cuerpo de Cristo se acerque a los demás, para orar, edificar y construir a aquellos que no tienen un entendimiento más profundo de Jesús. En tiempos de tinieblas, somos Su luz.
“Porque Dios, que mandó que de las tinieblas resplandeciese la luz, es el que resplandeció en nuestros corazones, para iluminación del conocimiento de la gloria de Dios en la faz de Jesucristo.” – 2 Corintios 4:6

Bendiciones,
The Harvesters (Los Cosechadores)
Referencias:
1. Biblia de Léxico Hebreo Antiguo, H1698
2. Toda la Escritura es de la Reina-Valera 1960 de la Biblia
