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Pentecostés

La palabra Pentecostés tiene varios significados…

La palabra Pentecostés tiene varios significados. Es posible que muchos de nosotros hayamos tenido nuestra introducción a lo que es Pentecostés, en nuestra educación religiosa o en nuestras circunstancias previas, donde vino un viento poderoso y lenguas como de fuego, cayeron sobre las cabezas de los apóstoles en el aposento alto y todos se llenaron del Espíritu Santo y comenzaron a hablar en otras lenguas. ¿Alguna vez te has detenido a pensar en este evento? y ¿acaso es de alguna relevancia para nosotros hoy en día?

Comencé a estudiar más a fondo sobre esta fiesta de primavera también, llamada “las lluvias tempranas”. Las fiestas de primavera son la Pascua (Pesaj), los Panes sin Levadura (Chaq Hamotzi), las Primicias (Yom Habikkurim) y luego el Pentecostés (Shavuot). Como se dice en Oseas 6:3, “Cierto como el alba es Su salida. Vendrá a nosotros como la lluvia, como la lluvia tardía y temprana viene a la tierra.” Y en Levítico 23:4, ” Estas son las fiestas solemnes de Jehová, las reuniones santas que convocaréis en las fechas señaladas.” Se dice que las siete fiestas de Dios son Suyas y no costumbres judías, lo que nos permite examinar mas profundo lo que es Pentecostés y el significado detrás de esta fiesta.

Dios deja en claro que nosotros, Su pueblo, debemos santificar Sus fiestas.

Dios deja en claro que nosotros, Su pueblo, debemos santificar Sus fiestas. ¿Qué significa exactamente santificar Sus fiestas? En hebreo, “santo” significa: “ko’-desh,” un lugar o cosa sagrada, consagrado, dedicado, santificado, santo, santuario. ¿Por qué le importaría a Dios la forma en que observamos en estos días? La razón es que las fiestas son designadas por Dios y son eternas, lo que significa que nunca terminarán. No son solo días en un calendario que aparecen una vez al año y luego se olvidan hasta el próximo año.

Fiesta en hebreo significa “moed,” que es una cita, una temporada, una asamblea, una señal y un ensayo. Dios estructuró grandes eventos en Sus fiestas. Puedes encontrar temas paralelos con miles de años de diferencia en los mismos días de estas fiestas porque son un ensayo de Su regreso.

Shavuot, también conocida como la “Fiesta de las Semanas” en inglés, se celebra siete semanas después de la Pascua. Comienza en la segunda noche de la Pascua y tiene lugar exactamente cincuenta días después. También se asocia con la cosecha de granos y conmemora la entrega de la Torá (la Ley) en el Monte Sinaí después del éxodo de los hebreos, de Egipto. La palabra griega para “cincuenta” o Shavuot, se conoce como Pentecostés. Que es donde entramos hacia nuestro entendimiento de Pentecostés.

En la Pascua, el pueblo de Israel fue liberado de ser esclavo de Faraón y en Shavuot, se les dio la Torá y se convirtieron en una nación comprometida a servir a Dios.

Así como hay una Pascua física, también hay una Pascua espiritual.

Así como hay una Pascua física, también hay una Pascua espiritual. Dios es Espíritu, y los que lo adoran deben hacerlo en espíritu y en verdad. (Juan 4:24 RV1995). El padre de la iglesia primitiva, Orígenes dice que:

“Cristo, nuestra Pascua fue sacrificado por nosotros” y celebramos la fiesta comiendo la carne de la Palabra (Jesús) y siempre guardando la fiesta pascual; porque la “pascha” significa una “pascua”, y alguien que siempre se esfuerza en sus pensamientos, palabras y acciones, para pasar de las cosas de esta vida a Dios, y se apresura hacia la ciudad de Dios, es el que realmente puede decir, “Hemos resucitado con Cristo” y “Él nos exaltó y nos hizo sentar con Él en los lugares celestiales en Cristo”, es el que siempre vive en la temporada de Pentecostés. Cuando nos entregamos a la súplica y la oración, podemos ser dignos de recibir “el viento poderoso que corre del cielo”, que es poderoso para destruir el pecado y sus frutos entre los hombres, y digno de tener una parte de la lengua de fuego que Dios envía. [1.]


Entonces, con eso en mente, discutamos el aposento alto. ¿Puedes imaginar cómo se veía? Los Apóstoles estaban esperando, expectantes, pero no 100% seguros de lo que vendría. Escucharon lo que Jesús les dijo después de que resucito y de que ascendió. Dijo que enviaría al Espíritu Santo, el ayudante, el maestro y el consolador. Sus pensamientos estaban en reposo, estaban de un solo acuerdo. Esperando silenciosamente y de repente, sus vidas cambiaron en un momento. Nunca volverían a ser igual. Los apóstoles saldrían valientemente con poder y verdad para proclamar quién es Jesús al mundo. La revelación de quién era realmente Jesús, un misterio revelado, se daría a aquellos que tienen oídos para oír y un corazón para percibir. Ver en el espíritu y no en lo carnal. La iglesia así es como nació.



[1.] Orígenes- Contra Celso Libro 8 Cap. XXII


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