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Perseverancia ante la Salvación

“Pero el que persevere hasta el fin, éste será salvo.” (Mateo 24:13 Reina-Valera 1995)

Estas palabras de la boca del Mesías revelan un principio vital de salvación.

Una acción que debe tomarse para producir la recompensa más buscada universalmente: la vida eterna. Debemos tener cuidado de dar a las Escrituras la interpretación adecuada que exige, ya que revela el corazón mismo de nuestro Creador, así como Su voluntad sobre cómo conducimos nuestras vidas.

Echemos un vistazo más profundo al por qué tenemos que soportar, qué significa soportar y cómo esto nos lleva a la salvación.

En primer lugar, debemos establecer el entendimiento de que Dios no es un capataz cruel como lo era Faraón cuando los israelitas estaban en Egipto. Él no trae sufrimiento a Su pueblo sin un propósito. Salmo 145:8 “Clemente y misericordioso es Jehová, lento para la ira y grande en misericordia.” (Reina-Valera 1995).

Entonces, ¿cuál es el propósito de las pruebas que atravesamos? Si toda la autoridad se le ha dado a Jesús en el cielo y en la tierra (Mateo 28:18) y Satanás tiene que pedir permiso antes de hacer algo (Job 2), ¿No impediría Jesús que Satanás nos ataque y nos cause estrés?

Juan 16:33 “Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción, pero confiad, yo he vencido al mundo.” (Reina-Valera 1995)

Jesús dijo que deberíamos esperar enfrentar la tribulación en este mundo, pero sin embargo, nos ha dado las llaves para vencer las cosas de este mundo a través de Él.

Lucas 22:31-32 “31 Dijo también el Señor: —Simón, Simón, Satanás os ha pedido para zarandearos como a trigo; 32 pero yo he rogado por ti, para que tu fe no falte; y tú, una vez vuelto, confirma a tus hermanos.” (Reina-Valera 1995)

Jesús expresamente le contó a Pedro Su visión de los planes de Satanás, pero no intervino, porque sabía que esta prueba era necesaria para probar la fe de Pedro y permitirle fortalecer a sus hermanos una vez que venciera. La prueba de Pedro fue ver si volvería a Cristo después de negarlo o si se iría como Judas. Satanás está siendo usado para venir y probarnos de la misma manera. ¿Tenemos fe en la Palabra dentro de nosotros (la persona de Cristo)? o ¿volveremos a nuestras viejas costumbres?

Vemos este principio expresado claramente en La Parábola del Sembrador.

Marcos 4:17 “pero no tienen raíz en sí y no se mantienen firmes; por eso, cuando viene la tribulación o la persecución por causa de la palabra, tropiezan.” (Reina-Valera 1995)

Ahora que vemos que la tribulación debe venir por el bien de la palabra, veamos cómo podemos obtener raíces profundas para aguantar nuestras pruebas y no tropezar.

Ahora que vemos que la tribulación debe venir por el bien de la palabra, veamos cómo podemos obtener raíces profundas para aguantar nuestras pruebas y no tropezar.

Santiago 1:2-4 “Hermanos míos, gozaos profundamente cuando os halléis en diversas pruebas, sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia. Pero tenga la paciencia su obra completa, para que seáis perfectos y cabales, sin que os falte cosa alguna.” (Reina-Valera 1995)

Como sugiere este versículo en Santiago, hay alegría en entender el plan de Dios en nuestras vidas, especialmente en tiempos de gran prueba y sufrimiento. Cuando vemos el patrón de la caída y la redención de muchos grandes hombres y mujeres en la Biblia que tenemos ante nosotros, podemos aferrarnos a la fe, sabiendo que su propósito es perfeccionarnos (Romanos 15:4).

1 Corintios 9:25-27 “25 Todo aquel que lucha, de todo se abstiene; ellos, a la verdad, para recibir una corona corruptible, pero nosotros, una incorruptible. 26 Así que yo de esta manera corro, no como a la ventura; de esta manera peleo, no como quien golpea el aire; 27 sino que golpeo mi cuerpo y lo pongo en servidumbre, no sea que, habiendo sido heraldo para otros, yo mismo venga a ser eliminado.” (Reina-Valera 1995)

Cuando los atletas entrenan sus cuerpos para resistir, someten sus músculos a un proceso de regeneración. Sus músculos deben ser desgarrados por una fuerza excesiva para poder sanar más fuerte que antes. Cuando soportamos las pruebas espirituales, nuestro hombre espiritual se fortalece de la misma manera. Esta regeneración viene a través del aprendizaje y del andar por medio de la Palabra.

Esta regeneración viene a través del aprendizaje y del andar por medio de la Palabra.

Santiago 1:12-14 “12 Bienaventurado el hombre que soporta la tentación, porque cuando haya resistido la prueba, recibirá la corona de vida que Dios ha prometido a los que lo aman. 13 Cuando alguno es tentado no diga que es tentado de parte de Dios, porque Dios no puede ser tentado por el mal ni él tienta a nadie; 14 sino que cada uno es tentado, cuando de su propia pasión es atraído y seducido.” (Reina-Valera 1995)

La tentación revela los deseos ocultos y pecaminosos que tenemos dentro. Si estos deseos no son expuestos y no se tratan, traen la muerte sucesivamente. Santiago 1:15 dice: “Entonces la pasión, después que ha concebido, da a luz el pecado; y el pecado, siendo consumado, da a luz la muerte.” (Reina-Valera 1995). 

El Diccionario Bíblico de Strong, define la salvación como “liberación del abuso de los enemigos”.

Esto puede sonar gráfico, pero la intimidad es un concepto espiritual que describe nuestra alma teniendo unión con una de las dos semillas. Cuando tenemos intimidad con el Señor, la simiente de Cristo, que es la Palabra de Dios (Lucas 8:11), entra en nuestra alma y da a luz los frutos de Su naturaleza. De la misma manera, hay una semilla de Satanás que también puede arraigarse en nuestra alma y dar a luz el fruto de la naturaleza caída. En Juan 8, Jesús expone las dos semillas: la simiente de Abraham y la simiente de Satanás.

Cuando todas las semillas (mentiras) de Satanás han sido expuestas y desarraigadas dentro de nosotros a través del lavado del agua por la palabra (Efesios 5:26), llegamos a un lugar de completa salvación y cumplimiento de la profecía de Apocalipsis 21:4 en nuestras vidas.

Apocalipsis 21:4 “Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá más muerte, ni habrá más llanto ni clamor ni dolor, porque las primeras cosas ya pasaron.»” (Reina-Valera 1995)

Aprenda más sobre la salvación aquí: https://voh.church/resources/fmradio-show-13-salvation_231811/ 

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