Hola a todos. “¿Cómo lo sabes?” ¡Surge la pregunta! ¿Sabes qué? ¿Cómo sabes que algunas cosas están mejorando o empeorando? Depende de lo que sea.
En el contexto de un diagnóstico médico, hay años de estudio en la escuela de medicina, la aplicación de ese conocimiento como interno, residente y finalmente como médico licenciado. En la práctica de la medicina, se adquieren experiencias que permiten responder a la pregunta anterior de una manera más completa.
Por ejemplo, ¿cómo sabrá una persona si un diagnóstico de diabetes es mejor? Hay muchas variables que pueden influir en el nivel promedio de azúcar en la sangre, como: dieta, ejercicio, reducción del estrés y otras. Además de cómo se pueden sentir subjetivamente, existe un análisis de sangre común llamado hemoglobina A1C (Hgb A1C), que es un biomarcador o medida de qué tan bien controlada está o no la diabetes. Al medir los niveles de Hgb A1C, es una medición de señal (objetiva) que guía al médico y al paciente a hacer el ajuste para reducir la Hgb A1C, si está elevada, lo que refleja el nivel promedio de azúcar en la sangre.
Jesús, a través del Apóstol Juan dice,
“Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma.”
3 Juan 1:2
El Apóstol Pablo, en su carta a los Tesalonicenses, dijo esto,
“Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo.”
1 Tesalonicenses 5:23 AMP
Todos tenemos un cuerpo en varios grados de salud: desde atletas de alto nivel en perfectas condiciones, hasta aquellos con una enfermedad terminal, como un cáncer en etapa cuatro o alguna otra afección. La edad, las condiciones socioeconómicas, la educación, la demografía, la cultura y toda una gama de otros factores influyen en la salud, sin mencionar la salud mental. Sin embargo, el Apóstol Pablo habla de “espíritu, alma y cuerpo” siendo incompletos o completos.
¿Cómo sé si el alma está mejorando? ¿Cuál es el diagnóstico del alma? ¿Qué tiene de malo? El alma es realmente tu personalidad; es lo que anima el cuerpo. Son los propios sentimientos, experiencias (buenas y malas), cultura, pasiones, impulsos, valores, creencias, actitudes, etc.; es la cosmovisión de uno. Todos esos pensamientos abstractos requieren una mente que permita percibir, que es procesar las experiencias de uno: los influenciadores o maestros del alma.
El Apóstol Pablo, quien escribió a los Tesalonicenses acerca del “espíritu, alma y cuerpo”, también escribió a los Filipenses acerca de tener la mente de Cristo. Dice,
“Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús.”
Filipenses 2:5
¿Cómo funciona esto? Primero, debe haber un diagnóstico para reconocer que el alma está enferma. Pablo dice:
“Por cuanto todos pecaron y están destituidos de la gloria de Dios”.
Romanos 3:23
La palabra pecado en griego significa:
“perder la marca en el camino, no golpear la marca. El que sigue errando el blanco en su relación con Dios es hamartōlós, pecador”. (1)
Diccionario Bíblico de Estudio de Palabras
Entonces, según la definición anterior, una comprensión más profunda de la palabra “pecado” en realidad está hablando de una relación rota que necesita ser restaurada entre nuestra alma y Dios; no se trata de hacer y no hacer. El malentendido es la causa de la enfermedad en el alma.
Entonces, ¿cómo se cura? Hay un proceso, la medicina, por así decirlo, que nos habla el Apóstol Santiago. Es comprender el pensamiento de Dios en comparación con nuestro pensamiento y elegir seguir Su pensamiento.
Sant 1:21 Por lo cual, desechando toda inmundicia y abundancia de malicia, recibid con mansedumbre la palabra implantada, la cual puede salvar vuestras almas.
Sant 1:22 Pero sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos.
Sant 1:23 Porque si alguno es oidor de la palabra pero no hacedor de ella, este es semejante al hombre que considera en un espejo su rostro natural.
Sant 1:24 Porque él se considera a sí mismo, y se va, y luego olvida cómo era.Sant 1:25 Mas el que mira atentamente en la perfecta ley, la de la libertad, y persevera en ella, no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra, este será bienaventurado en lo que hace.
Santiago 1:21-25
La palabra Griega para “salvar” es sozo y una de las definiciones es:
“salvar a uno que sufre (de perecer), es decir, a uno que sufre de enfermedad, para sanar, restaurar la salud, preservar a quien está en peligro de destrucción, salvar o rescatar”. (2)
Diccionario Bíblico Thayer
¿Cómo sabes que el alma está mejorando o que está ocurriendo sozo? Debería haber cambios en las actitudes como la ira, la frustración, la baja autoestima, las adicciones, las curaciones físicas y más. Estos son solo algunos de los testimonios que están sucediendo en La Voz de Sanidad. Es “la Palabra implantada”, que es Cristo, quien cambiará nuestro pensamiento a Su pensamiento.
Clemente de Alejandría (c.155-220), Padres de la Iglesia Primitiva de segunda generación, dijo esto,
“Así que el alma es el primer y más importante aspecto de nuestro vivir. La virtud que brota en el alma es la que salva. Y la corrupción del alma mata. Entonces, dejemos de buscar la causa de la vida y la muerte en otro lugar que no sea la pureza del alma y la obediencia a Dios. O bien, en el quebrantamiento de los mandamientos por parte del alma y su acumulación de conductas perversas”. (3)
Clemente de Alejandría, Intimidad con Dios, Capítulo 20 Limpieza del alma, p. 113
¡Así es como lo sabes!
Hasta la próxima, soy Dr. Roni.
Shalom
Referencias:
- Diccionario bíblico de estudio de palabras
- Diccionario bíblico Thayer
- Clemente de Alejandría, Intimidad con Dios, Capítulo 20 Limpieza del alma, p. 113
- Referencias bíblicas: Reina Valera 1960